Videos del sorteo del Servicio Militar empezaron a circular en redes y lo que debía verse como un proceso transparente terminó levantando sospechas por todos lados. En prácticamente todo el país, los jóvenes sacaron bola blanca, mientras la bola negra casi desapareció. Y claro, las reacciones de molestia, burla y enojo no tardaron en hacerse virales.
¿Sorteo? Más bien una decisión tomada desde arriba
Entre los mismos jóvenes se empezó a correr la versión de que esto no tenía nada de azar. En varios módulos, personal de la Sedena reconoció que la distribución no fue aleatoria.
En Mexicali, un elemento lo dijo sin titubear:
“Este año fueron 1,270 elementos y solo 13 sacaron bola negra”.
Y todavía agregó que la instrucción vino del alto mando:
“Es orden del alto mando… para aumentar la participación en el servicio”.
Otro módulo reportó 334 jóvenes sorteados: 331 bola blanca, solo 3 bola negra.
Todo sin un solo comunicado oficial. Sin aviso. Sin transparencia.
Justo lo que genera más desconfianza.
Y mientras tanto… el elefante en la habitación: el gobierno está nervioso
Todo esto ocurre en un contexto donde el gobierno de Claudia Sheinbaum carga con crisis de seguridad, incompetencia acumulada y decisiones torpes. Y no es secreto que la relación con Estados Unidos está más tensa que nunca, especialmente con el regreso de Donald Trump.
En redes ya circula una teoría que muchos repiten con ironía y preocupación:
Sheinbaum necesita más jóvenes “encuadrados” porque teme que, con su pésimo manejo del país, Trump termine metiéndose militarmente a México “para controlar la crisis”.
¿Es exagerado? Tal vez.
¿Es una señal del nivel de desconfianza hacia el gobierno? Definitivamente.
Cuando un país se ve débil, inseguro y sin rumbo, las potencias hacen lo que quieren.
Qué implica la bola blanca que casi todos recibieron
Quienes la obtuvieron quedan obligados al esquema encuadrado, con:
- Sesiones sabatinas en centros de adiestramiento.
- Incorporación formal al servicio.
- Calendario militar obligatorio.
Muchos esperaban un sorteo genuino, no una reclasificación dirigida “desde arriba”.
El SMN —en teoría— debería funcionar así:
- Alistamiento
- Sorteo (al azar)
- Reclutamiento
- Adiestramiento
- Liberación
Pero este año, la palabra “azar” quedó completamente descartada.
El “sorteo” del Servicio Militar 2025 parece más un mecanismo de control que un procedimiento transparente. La Sedena manipuló la distribución de bolas sin informar a nadie, y el gobierno de Sheinbaum, debilitado y nervioso por la presión internacional y el posible avance de Trump, ahora quiere más jóvenes bajo adiestramiento militar.
La pregunta que muchos ya se hacen es simple:
¿Están preparando a los jóvenes… o están preparando al país para enfrentar las consecuencias de su propio fracaso?
