La Presidenta Claudia Sheinbaum ha sostenido una constante confrontación con el empresario Ricardo Salinas Pliego desde la tribuna presidencial de las “mañaneras”. En sus conferencias, lo ha señalado por misoginia, evasión fiscal y abuso de poder económico. Sin embargo, en el mismo periodo, más de 270 mujeres han sido víctimas de feminicidio en México, y el tema ha recibido mucha menos atención discursiva, seguimiento institucional o tiempo de exposición en sus conferencias matutinas.
Una revisión a más de una decena de conferencias disponibles en el canal oficial de YouTube de la Presidencia, así como el análisis de versiones estenográficas y reportes de medios, revela una preocupante disparidad en la atención pública que Sheinbaum ha dado a la crisis feminicida frente a la que ha dedicado a su disputa con el magnate de Grupo Salinas.
Feminicidios ignorados: La tragedia sin eco
Los datos son alarmantes:
• 274 feminicidios entre enero y mayo de 2025, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo.
• Casos emblemáticos como el de Margarita y sus tres hijas en Hermosillo, asesinadas en julio; el de Lorena Morales en León, desaparecida y hallada sin vida tras 12 días de negligencia; o el de la tiktoker Valeria Márquez, ejecutada en una transmisión en vivo.
• Feminicidios de activistas como Sofía Raygoza en Zacatecas, o el de Rosaura, víctima de su expareja pese a contar con una orden de restricción.
Y, sin embargo, la cobertura presidencial ha sido esporádica y superficial.
Apenas en tres ocasiones, entre enero y julio, Sheinbaum ha mencionado directamente el término “feminicidio” en sus conferencias: al presentar una supuesta baja en los índices, al condenar el asesinato de Margarita y sus hijas, y al declarar “cero impunidad” por el caso de un influencer. Ninguna de esas intervenciones pasó de los 2 minutos de duración, y ninguna presentó protocolos, presupuesto, ni planes operativos para combatir la violencia de género con fuerza estructural.
Pero, el tiempo sí alcanza… para Salinas
El contraste es brutal. A lo largo de 2025, la presidenta ha dedicado al menos cinco conferencias completas o fragmentos extendidos a Ricardo Salinas Pliego. Entre sus señalamientos destacan:
• Acusaciones por misoginia, tras publicaciones del empresario contra periodistas.
• Críticas por evasión fiscal millonaria.
• Denuncias por uso del poder mediático para desprestigiar al gobierno.
En la conferencia del 10 de julio, Sheinbaum destinó más de 7 minutos continuos a hablar sobre Salinas, sus empresas y su conducta, usando adjetivos como “machista” y “cobarde”, mientras que ese mismo día, 3 mujeres fueron asesinadas en el país, sin mención alguna.
¿Dónde están las prioridades?

¿Por qué la presidenta prefiere atacar a un empresario que proteger a las mujeres?
Es válido y necesario cuestionar los privilegios fiscales o la misoginia de figuras públicas.
Pero cuando esa confrontación absorbe el foco presidencial —al punto de opacar una
tragedia nacional como los feminicidios— surge una pregunta incómoda:
¿Para qué sirve tener a la primera presidenta mujer si no está dispuesta a poner la vida de
otras mujeres al centro del poder?
En un país donde cada día mueren entre 9 y 11 mujeres por razones de género, el silencio
—aunque breve— también mata.