Adán Augusto López  está siendo investigado en EUA

Adán Augusto López está siendo investigado en EUA

Los presuntos nexos criminales de Hernán Bermúdez Requena —exsecretario de Seguridad de Adán Augusto López— ya no solo rozan al tabasqueño: lo alcanzan. Si el hombre de confianza fue pieza clave de La Barredora, ¿Adán Augusto no sabía… o no mandaba?

Bermúdez, señalado como líder de La Barredora, habría facilitado las operaciones del grupo cuando ocupó la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Tabasco, bajo el gobierno de López Hernández. El caso abre una disyuntiva incómoda para el hoy coordinador de senadores de Morena: o miró para otro lado, o su administración fue un colador para el crimen.

Aunque el exmandatario ha negado cualquier vínculo, investigaciones periodísticas y documentos filtrados por Guacamaya apuntan en sentido contrario: el entonces gobernador habría permitido que La Barredora operara con libertad.

Ante el ruido, Claudia Sheinbaum aclaró en la mañanera que no existe ninguna investigación abierta contra Adán Augusto en México. Pero el control de daños duró poco.

En su columna “Preocúpese, senador doble A” en El Financiero, Raymundo Riva Palacio asegura que sí hay un expediente en Estados Unidos contra López Hernández. Si eso se confirma, Sheinbaum enfrentaría presión directa de Washington para golpear estructuras del crimen y, de paso, procesar a políticos salpicados.

En el radar de Trump

Según Riva Palacio, el mensaje de Washington sobre “desmantelar cárteles” —que allá han buscado tratar como organizaciones terroristas extranjeras— va con dedicatoria: políticos vinculados al narco.
Y ahí, dice el columnista, aparece un nombre con letras mayúsculas:

El interés más claro del gobierno de Donald Trump en estos momentos es Adán Augusto López”.

La ecuación para Sheinbaum es tóxica: EE. UU. exige mano dura, mientras ella necesita contener la fractura en Morena y evitar que uno de los hombres más cercanos a AMLO termine a merced de la justicia… o de la diplomacia norteamericana.

Peor aún: la propia presidenta, de acuerdo con el columnista, ya fue informada de que el gobierno estadounidense concluyó una investigación sobre los presuntos negocios criminales del “senador doble A” y su red de relaciones del lado oscuro: exgobernadores, empresarios y operadores políticos.

¿Y ahora qué?

Con todo y el vendaval, López Hernández conserva cobijo de una parte de la militancia de Morena y un respaldo tibio de la presidenta. Sheinbaum le pidió dar la cara por el caso Bermúdez —prófugo— y aclarar las acusaciones.

En la Permanente, Adán Augusto se defendió con una frase hecha:

La calumnia, cuando no mancha, tizna. En este caso, toda su ‘tiznadera’ me tiene sin mayor cuidado”.

Desde la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña rebajó todo a “golpeteo político”. Pero puertas adentro corre otra versión: legisladores cercanos a Marcelo Ebrard buscan convencer a López Hernández de dejar el escaño y bajarse de la aspiración de embajada en Francia. Traducción: salida discreta por la puerta de atrás antes de que llegue el chubasco.

Balance crudo: La Barredora no se barre sola. Si Bermúdez operaba, alguien le abrió la puerta. Y hoy, el “doble A” está entre el desmentido oficial en México y el expediente extraoficial en Estados Unidos. ¿Quién se hace cargo de la cuenta?

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