La Copa del Mundo de 2026 se acerca rápidamente y los países anfitriones —México, Estados Unidos y Canadá— trabajan contrarreloj para tener todo listo. En territorio mexicano, uno de los temas más delicados es la remodelación del Estadio Azteca, el cual debe cumplir con las exigencias de la FIFA. Sin embargo, un conflicto legal podría poner en riesgo su participación como sede.
El llamado “Coloso de Santa Úrsula” se encuentra en pleno proceso de transformación, con la construcción de nuevos vestidores, palcos VIP y una fachada moderna y tecnológica, todo con miras a recibir su tercera Copa del Mundo. No obstante, hay un obstáculo clave que aún no se ha resuelto: el uso de los palcos.
FIFA exige tener el control total del boletaje, incluidos los palcos. El problema es que los actuales propietarios de estos espacios tienen derechos de uso por 99 años, y sus contratos no contemplan excepciones para eventos internacionales como el Mundial.
Aunque en su momento se habló de un posible acuerdo, la situación se ha complicado. Según el comunicador Juan Pablo Fernández, Emilio Azcárraga Jean presentó tres propuestas a la FIFA para resolver el tema, pero todas fueron rechazadas. Esto ya habría sido comunicado a los palcohabientes, quienes estarían preparando una demanda colectiva.
El objetivo de los propietarios sería frenar la remodelación del Azteca, lo que pondría en duda su designación como una de las sedes oficiales de México para la justa mundialista.
«Se viene un problemón con los palcohabientes del Azteca, dueños a 99 años. Las tres propuestas que mandó Azcárraga a FIFA fueron rechazadas; ellos (FIFA) toman control de todo el estadio, incluyendo el 100% del boletaje. Hay dueños de palcos que ya preparan una demanda colectiva para detener la obra», escribió Fernández en sus redes sociales.