Montaje desesperado: el supuesto “acoso” a Sheinbaum busca desviar la atención

Montaje desesperado: el supuesto “acoso” a Sheinbaum busca desviar la atención

La mañana de este martes, la presidenta Claudia Sheinbaum fue protagonista de un supuesto episodio de acoso mientras caminaba de Palacio Nacional hacia la Secretaría de Educación Pública.
En los videos difundidos por cuentas oficiales, se observa cómo un hombre se le acerca, la toma por la espalda y realiza tocamientos indebidos, mientras el equipo de ayudantía reacciona con inusual lentitud.A primera vista, parece un hecho aislado. Pero en redes sociales, la versión oficial se derrumbó en minutos: los usuarios detectaron que el recorrido fue perfectamente calculado, grabado desde varios ángulos y con un “agresor” con corte militar, muy similar al de otros infiltrados que han aparecido en montajes anteriores.


Un guion conocido

El recorrido duró apenas once minutos —de Palacio a la SEP, por Mesones y Simón Bolívar— y se desarrolló sin presencia policial, pese a tratarse de la mandataria nacional.
Las cámaras estaban listas, el momento fue preciso y el escándalo se desató justo cuando el país enfrenta una ola de indignación por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, y la represión en Michoacán.

No hay casualidades: cada vez que el gobierno enfrenta una crisis, surge un episodio diseñado para desviar la conversación. Esta vez, bajo el disfraz de “acoso”.


Desesperación en Palacio Nacional

El patrón se repite: cuando los escándalos crecen, el oficialismo recurre al sentimentalismo y al espectáculo.
Pero la estrategia ya no funciona. Los mexicanos han aprendido a distinguir entre la empatía genuina y las puestas en escena con fines políticos.

Tras el caso Manzo, las críticas a la inseguridad y el descontento por la violencia en todo el país, el gobierno parece quedarse sin narrativa, recurriendo a montajes mediáticos para tapar el sol con un dedo.

Un poder que antes imponía el miedo, hoy fabrica distracciones.
Y en ese reflejo se nota lo que más les duele: ya no controlan la historia.

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *