NOSOTROS PAGAMOS LO QUE EL GOBIERNO SE ROBA

NOSOTROS PAGAMOS LO QUE EL GOBIERNO SE ROBA

El gobierno insiste en cobrarnos más impuestos inventando cualquier pretexto, pero al mismo tiempo tolera —e incluso reproduce— un saqueo multimillonario disfrazado de tecnicismo: el huachicol fiscal. Este esquema de evasión mediante la importación irregular de combustibles le costó al país en 2024 entre 106 000 y 177 000 millones de pesos. Un robo monumental que supera o iguala el presupuesto completo de la Secretaría de Energía (SENER) para 2025, fijado en 138 307 millones.


¿Qué es el huachicol fiscal?

A diferencia del robo físico de gasolina a ductos, el huachicol fiscal consiste en fraude aduanal e impositivo: se ingresa combustible disfrazado como aditivos o lubricantes para evadir el IEPS y el IVA. Con papeles falsos, redes de complicidad y operaciones en puertos estratégicos, el combustible entra al país sin pagar impuestos. Mientras tanto, el ciudadano común cumple puntualmente con su factura, su IVA y sus retenciones.


El boquete económico

  • Verifigas calculó pérdidas por más de 106 000 millones de pesos.
  • PetroIntelligence y datos del SAT elevaron la cifra a 177 000 millones.
  • Reportes más amplios estiman que, sumando el robo físico, el costo asciende a 197 000 millones anuales.

Para dimensionar: esa cantidad equivale a financiar toda la SENER durante un año. Es también casi lo mismo que el gobierno transfiere directamente a Pemex (136 349 millones en 2025). En otras palabras, el dinero que se esfuma por el huachicol fiscal podría cubrir lo que hoy se destina a sostener a la paraestatal.


El contraste brutal

Mientras el ciudadano paga cada peso de ISR, IVA o IEPS, las redes del huachicol fiscal operan con impunidad. El Estado refuerza la recaudación digital, presume récords de ingresos y amenaza con nuevos gravámenes, pero el boquete de los evasores equivale al presupuesto de energía o a programas sociales completos.

En números claros: lo que perdimos por huachicol fiscal supera al triple del presupuesto de SEMARNAT, equivale al 82 % de IMSS-Bienestar y es casi idéntico al total destinado a Becas Benito Juárez.


¿Y el gobierno qué hace?

Sí hay operativos: entre octubre de 2024 y junio de 2025 se detectaron casi 3 000 intentos de huachicol fiscal en aduanas, con una pérdida estimada de 3 000 millones mensuales. También se han incautado más de 39 millones de litros de combustibles ligados a estas redes. Pero la pregunta sigue abierta: ¿cómo es posible que mientras a ti te exigen hasta el último centavo, existan fugas fiscales equivalentes al presupuesto de toda una secretaría?


El discurso oficial habla de “justicia tributaria”, pero la realidad es otra: nosotros pagamos, ellos roban. El huachicol fiscal no solo es evasión, es un desfalco que desfinancia a dependencias enteras y obliga a tapar huecos con más impuestos.

En resumen: el ciudadano carga con la factura, mientras el gobierno permite que el verdadero atraco se consuma a plena luz del día.

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