El ministro Alberto Pérez Dayán no se va del Poder Judicial como un defensor de la Constitución, sino como alguien que supo alinearse a tiempo con los intereses del poder. Aún con la toga colgada en su despacho, ya se perfilan los beneficios de su retiro: pensión privilegiada, seguros de élite, compensaciones millonarias y, según fuentes federales, una embajada de alto perfil ya autorizada por el círculo presidencial.
Su cambio de postura ha sido evidente. En los últimos meses adoptó un tono más conciliador hacia el proyecto político de la Cuarta Transformación. Coincidentemente, comenzaron a acumularse fallos desfavorables para empresas consideradas incómodas para el gobierno, como Enel Green Power, Iberdrola, Ferromex y Elektra.
El caso Elektra es especialmente polémico. Pérez Dayán se ha negado reiteradamente a que la Suprema Corte analice el fondo del amparo promovido por la empresa contra un cobro fiscal por más de 33 mil millones de pesos. Desde su óptica, no hay materia constitucional que discutir, aunque varios juristas consideran que el asunto plantea serios cuestionamientos sobre el abuso del poder tributario. La semana pasada declaró: “Mi criterio es que este asunto debió haberse atendido para desecharse”, responsabilizando a la empresa de frenar el proceso con impedimentos legales.
Para críticos del ministro, su disposición a abordar el tema sólo para desecharlo representa una validación pasiva —y conveniente— de una ofensiva política y financiera disfrazada de legalidad.
A este historial se suman cuestionamientos recientes. Durante una conferencia en la Casa de la Cultura Jurídica de Mérida, el magistrado en retiro Pablo Vicente Monroy Gómez lo increpó públicamente por haber votado en contra del proyecto que buscaba revertir la reforma judicial. Monroy advirtió que, como consecuencia de su decisión, hoy hay aspirantes a jueces ligados al crimen organizado. Además, lo acusó de haber sido cómplice en la expropiación de fideicomisos que eran patrimonio de trabajadores del Poder Judicial: “No me puedo imaginar cómo tú, que te creía una persona de bien, puedes vivir con eso en la conciencia”.
Así, con toga aún en mano y la maleta lista para su próxima misión diplomática, Pérez Dayán se despide no como un garante de la Constitución, sino como un operador que supo moverse a tiempo… y fue recompensado por ello.
Increpan al Ministro Pérez Dayán en Mérida.
— millie (@mildredberron) April 25, 2025
Sucedió hoy, el Magistrado en retiro Pablo Monroy (quien fuera su compañero secretario antes de irse a la SCJN).
Imperdible👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
Que a donde vaya los persigan las consecuencias de su voto. pic.twitter.com/dynDh5V7fo