Enojado en su última mañanera, AMLO denuncia “futurismo barato” por su hijo
En su postrera conferencia de prensa, el presidente Andrés Manuel López Obrador se encorajinó por la pregunta de si ve presidenciable a su hijo Andy, a lo que llamó “futurismo corriente, barato”, y cerró con un furibundo ataque a Proceso.
El tema final de su última conferencia con preguntas, como aseguró él mismo, el presidente fue cuestionado por Dalila Escobar, de Proceso, sobre si en el futuro se ve con un hijo en la Presidencia de la República, un asunto que le enojó; sin embargo, de ello se ha venido hablando desde que el pasado domingo su vástago fue elegido como secretario de Organización del partido oficial, una posición de gran importancia en esa maquinaria electoral.
Un molesto López Obrador, quien presuntamente rechaza el nepotismo, dio una respuesta desmedida: “No; eso es futurismo corriente, barato, vulgar”. Lo dijo el mandatario que en varias de sus conferencias de prensa presentó listados de presuntos precandidatos presidenciales de la oposición.
“Cada quien tiene que labrarse su propio destino”, siguió el macuspano. Al respecto, no está de más recordar que el dirigente de Morena en Tabasco, quien destapó al también conocido como “Andy” para que fuera parte de la dirigencia nacional del partido oficial, arguyó que la razón para lanzarlo era que es paisano e hijo del presidente.
“Todos tienen posibilidades”, espetó el presidente en el ocaso de las mañaneras y de su gobierno. En el Congreso Nacional de Morena, su hijo fue elegido por unanimidad para el cargo mencionado, ello merced a que “todos tienen posibilidades”.
Con su estilo agresivo contra lo prensa hasta el último momento, el tabasqueño emitió una invectiva contra la reportera y el medio que le cuestionó: “Eso me lo preguntas porque así deben de estar pensando los editores del Proceso, que causa pena ajena que una revista con tanto prestigio, de un periodista que Fuentes llegó a decir que era el Zarco del siglo XX, don Julio Scherer, terminara como está, convertida en una revista amarillista, dedicada, entregada por completo al conservadurismo”.
Ante la insistencia de la periodista, iracundo, López Obrador dijo que las preguntas de ese tipo son fomentadas por “los conservadores reaccionarios; va muy de acuerdo con lo que es Proceso ahora. Lo lamento muchísimo, de veras, porque conocí a don Julio; nos quisimos mucho, mucho, mucho. Y esa revista en su tiempo era defensora de los intereses del pueblo y se enfrentaba al poder, al poder autoritario, y ahora se convirtió en un boletín del PAN, es como si fuese el Reforma”.
Con su trillado discurso acusó que su enojo era “porque me molesta mucho todo aquello que signifique mantener un régimen de corrupción, y eso es lo que han hecho ustedes: afianzar, o querer, porque no pudieron. Nos hicieron lo que el viento a Juárez”.
Con el rostro endurecido por la ira, se fue de su última conferencia de prensa diciendo que “el pueblo de México es amoroso”, y recomendando que “no lo ofendan, que no lo ninguneen”. Y, encabritado, partió a desayunar.
El domingo pasado, tras ser elegido, Andrés Manuel López Beltrán, “Andy”, el jefe del Clan, red de tráfico de influencias, dijo que le daba “enorme tristeza” que mientras él llega al cargo, “se retira nuestro máximo dirigente”, y dijo algo muy claro: “Todos sabemos que él seguirá presente en este partido con su ejemplo, legado. Nuestro trabajo al frente de esa secretaría será mantener su legado”.
Andy comentó que su padre se iba al retiro, y que antes había dicho que lo haría cuando hubiera “un relevo generacional”. Y el hijo añadió que ese relevo era Claudia Sheinbaum, una señora de 62 años.
Ahora no está por demás, sino al contrario, recordar que cuando era jefe de Gobierno del Distrito Federal, el tabasqueño fue preguntado en varias ocasiones sobre sus aspiraciones presidenciales, y acostumbraba contestar que le dieran por muerto.
El macuspano ahora responde que es “futurismo barato” preguntarle sobre si ve a su hijo como presidenciable.
