Entre gritos de “¡rateros!” y “¡se va a caer!”, Sheinbaum supervisa la Línea 12 del Metro
En medio de algunas mentadas con el claxon de automovilistas, gritos de “¡rateros!” y de “¡se va a caer!”, la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, supervisó los avances del reforzamiento de la Línea 12 del Metro, aunque no quiso dar una fecha posible del reinicio de operaciones, tras el colapso de una trabe del tramo elevado que dejó 26 personas muertas y más de 100 heridas hace un año y dos meses.
A unos metros de la estación Calle 11 de la llamada “Línea Dorada”, constató la conclusión del primero de 258 claros del tramo metálico elevado, reforzado con puntales, viga, amarres a la losa superior y encamisado en sus columnas. Sin embargo, aclaró que no todos los tramos tendrán la misma estructura, pues dependerá de su estado y su ubicación.
Luego, anunció que, a partir de este mes, aumentará a unos 500 el número de trabajadores en la obra para laborar en 18 claros simultáneos. Y adelantó que hará visitas, al menos cada mes, para observar los avances.
Al ser cuestionada si con ese aumento de trabajadores, la Línea 12 podría volver a operar antes de que concluya el 2022, la morenista evadió responder una fecha precisa:
“Vamos a estar informando cada mes, no quisiéramos dar una fecha exacta. Vamos a estar informando cada mes, de hecho, voy a estar viniendo para hacer una supervisión personal y vamos a informarle a los usuarios exactamente la fecha en la que podemos poner en marcha nuevamente la Línea 12”.
Y subrayó: “Lo importante –y es importante que sepa la ciudadanía–, particularmente por eso decidimos venir aquí con los habitantes de Tláhuac que son las principales usuarios de la Línea, que estamos dedicados de manera muy importante a la construcción, que es algo que hemos seguido atendiendo, que hemos dedicado mucho tiempo al Proyecto Ejecutivo, a los planos ejecutivos, a los planos de taller, a la realización de piezas, la supervisión de cada una de las soldaduras para que tenga toda la seguridad la rehabilitación de la Línea”.
Sobre el costo de los trabajos de rehabilitación para la empresa Carso Infraestructura y Construcción SA, propiedad del magnate Carlos Slim, y otras empresas como ICA y CAF, la funcionaria también evadió el tema:
“Hemos acordado con ellos que ellos sean los que den el monto. Es una empresa obviamente de carácter privado, pero de carácter público como se conocen: que tienen que dar su información a la Bolsa (Mexicana de Valores) y demás. Entonces, ellos van a dar toda la información de los costos y nosotros supervisando que todo se haga adecuadamente”.
Lo que sí comentó es que su gobierno invierte “para que no haya conflicto de interés, en la contratación de los corresponsables de obra, los corresponsables de seguridad estructural y los irectores Responsables de Obra”.
Y en la “zona cero”, retrasos
En el recorrido de apenas unos metros, el secretario de Obras y Servicios (Sobse), Jesús Esteva, recordó que la estructura de cada uno de los 258 claros, a lo largo de los 6.7 kilómetros del tramo elevado, será capaz de resistir los esfuerzos que establece el nuevo Reglamento de Construcciones de la CDMX.
“Todo esto se diseña claro por claro, tiene un nivel de precisión muy elevado, las soldaduras son inspeccionadas con mucho cuidado y hasta que no pasan todos los procesos de control de calidad, es que se libera. De ahí, bueno, pues la complejidad y los tiempos”, justificó.
Sobre los trabajos en la llamada “Zona Cero”, es decir, donde colapsó la trabe con dos vagones del tren y murieron 26 personas, el funcionario explicó las causas de la demora:
“Apareció que teníamos que hacer una cimentación adicional para poner un puntal intermedio, por una cuestión de reforzamiento de los cabezales. Eso nos llevó a construir unas pilas, eso nos ha detenido ya a montar las otras dos piezas, pero la cimentación debe quedar concluida la próxima semana y, a partir de eso, ya podemos hacer el montaje de las dos piezas”.
Agregó que a finales de julio se colocarán las trabes, además de que “ya están fabricándose las tabletas, esas estarán –tal vez– en 15 días, eso es muy rápido, y yo creo que en agosto estamos ya cerrando con las tabletas”.
El titular de la Sobse, Jesús Esteva, aclaró que no ha sido citado por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) para declarar en lo relacionado con las posibles causas del colapso. “Aún no me han citado, pero bueno, estamos atentos.