Raquel Buenrostro fracasó con medicamentos por corrupción

Raquel Buenrostro quiso construir sin éxito una nueva red de distribuidores de medicamentos, a Almendra se le asignó la responsabilidad de tratar a estos proveedores y recomponer el camino.

Nos referimos a empresas como Falcón de Noé Ramírez, Selecciones Médicas de Francisco Pérez Fayad, Centrum de Valentín Campos y Dicipa de Francisco Pallach.

Asimismo, de Impromed de Fernando Chaín, Hermoser de Ignacio Higadera, Vitalmex de Jaime Cervantes y Fresenius que dirige Fabián Rodríguez, que han sido los proveedores naturales del ISSSTE en los últimos tiempos.

Controlaron por años un negocio anual de más de 5 mil 400 millones de pesos de la mano de fabricantes como Abbott, Roche, BD, Johnson & Johnson, Metronic, B Braun y Nipro, principalmente, quienes les daban en comodato sus equipos a cambio de la compra de sus consumibles.

Sin embargo, lejos de meter orden, Ortiz Genis le entró alegremente a la fiesta de los proveedores y asignó, por ejemplo, un cuestionado contrato a Imedic para servicios de imágenes médicas.

Al margen de que el ISSSTE no puede realizar exámenes radiológicos, tomografías, mastografías, ultrasonidos y procedimientos endoscópicos, Almendra le terminó llevando las contras a López Obrador.

“Se están venciendo contratos en el ISSSTE de los famosos servicios integrales y ya no queremos renovarlos, ya queremos que ya pertenezcan al ISSSTE y que se acabe con la privatización… es una recuperación, es como nacionalizar, volver otra vez, lo que era público y se volvió privado a lo público”, afirmó el Presidente el 22 de agosto pasado.

A partir de entonces el inquilino de Palacio Nacional dejó de ver a Almendra y volteó hacia Rosa Icela Rodríguez, quien ya esta semana tomó formalmente el control de esos contratos de subrogación.

El punto es que va enfrentar a la mafia interna que se enquistó y que se resiste a perder ese lucrativo negocio: laboratorios clínicos mil 100 millones de pesos, bancos de sangre 400 millones, ortopedia mil millones, laparoscopia 700 millones, hemodiálisis mil millones y cardio mil 200 millones de pesos, todo anual y solo en el ISSSTE.

Fabricantes de equipos y consumibles y los integrantes del cártel, parapetados ya con nuevas razones sociales para librar las inhabilitaciones de la Secretaría de la Función Pública, están boicoteando los trabajos de Rosa Icela para mantener sus cotos de negocios.

La zancadilla es desde adentro del propio ISSSTE y con el auspicio de Almendra Ortiz y sus operadores, entre los que figuran Luis Martínez Barbosa Alejandro Kuri, célebres por sus movidas en Segalmex.

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