La indignación que ha causado el regreso de Silvia Pinal a los escenarios

El domingo 8 de mayo se estrenó el musical ‘Caperucita ¡Qué onda con tu abuelita!’ en el Nuevo Teatro Silvia Pinal, ubicado en el número 27 de la calle Versalles, en la colonia Juárez de la Ciudad de México.

Dicha puesta en escena no sólo significó el regreso a los escenarios de Silvia Pinal, sino también una ola de críticas contra la producción y la familia de la última diva de la Época de Oro del cine mexicano por permitir que a sus 91 años de edad continúe trabajando.

De hecho, la polémica sobre la participación de la también exsenadora de la República comenzó a principios de abril, cuando se realizó la conferencia de prensa por la presentación de la obra de teatro y en la que se pudo apreciar a la actriz completamente desorientada.

Ahora, con el aumento de las críticas tras el estreno y la difusión de una entrevista realizada a una persona cercana a la familia en la revista «TV Notas», en la que se aseguró que el único beneficiado de la actuación de su mamá en este musical es su hijo Luis Enrique Guzmán, este último respondió a las acusaciones en su contra y hasta sentenció con tomará acciones legales.

«Esta revista se aprovecha de decir mentiras y de estarme difamando y estar diciendo cosas que no son ciertas para nada. Yo no voy a presionar a mi mamá de nada. Al revés, ella siempre quiere estar trabajando y salió esta oportunidad de arrancar el teatro y de hacer teatro para niños. Mi mamá estaba muy entusiasmada. El doctor nos dijo que lo que mejor podía hacer era ocuparse», dijo Luis Enrique.

Se va enferma del teatro

En la segunda fecha programada de la obra, Pinal no pudo salir al escenario como sí lo hiciera en la primera fecha de la presentación pese al apoyo de los artistas que asistieron a presentar la función, quienes defendieron la decisión de «La diva» de subir al escenario.

Cerca de hora y media de espera en la que estaba programada originalmente la presentación de esta segunda fecha un miembro del elenco salió a dar el anuncio de la ausencia de la diva en el escenario.

«Ha sido una semana de emociones y debido a eso nuestra protagonista ha presentado un bajón de presión y junto con los doctores decidimos no arriesgar a Silvia», declaró un miembro del elenco.

En su lugar la actriz Norma Lazareno tomó las riendas del papel de la abuela de Caperucita y solventó el papel que inicialmente le correspondía a Pinal.

El murmullo no se hizo esperar en las butacas del recinto, pues durante todos los meses previos al estreno ha sido cuestionada la participación de Silvia debido a su avanzada edad y su estado de salud después de haber enfrentado el covid-19.

Uno de sus defensores fue Marcos Valdés, hijo del «Loco» Valdés quien aseguró Silvia lo hace para estar con su público y es quien tiene la mejor decisión.

«Ella puede aparecer como le dé la gana, ella puede tomar sus propias decisiones y debemos disfrutar de verla todavía en los escenarios» aseguró Valdés.

Otro que defendió a la actriz y que incluso se mostró sorprendido por la pregunta de si Silvia debería seguir en los escenarios fue Erick del Castillo.

«Me sorprende que me hagan esa pregunta, Silvia está feliz de seguir en los escenarios, yo he estado en contacto con el productor y él me lo ha asegurado», compartió Erick.

Pese a la positiva de todos los artistas que apoyaban la obra y la participación de Pinal, no pudo salir al escenario en su segunda fecha.

La explicación de su hijo consentido

Según la información que se difundió, Luis Enrique Guzmán cobró más de un millón de pesos por permitir la participación de su mamá en la obra, pero el hijo de la diva aseguró que buscará la forma de limpiar su nombre y la reputación de la actriz.

«Ya vamos a ver cómo podemos proceder de una manera civil. De plano se ponen a publicar fuentes que ni saben, que pueden ser hasta criminales y manchándome a mí personalmente, manchando la familia, el nombre de mi mamá que es inmanchable… eso es muy bajo, muy chafa y por eso van a pagar», dijo en entrevista con «Venga la Alegría».

Por si no fuera poco, el empresario explicó que Silvia Pinal estaba sumida en una depresión por no poder estar arriba de un escenario, por lo que él y su familia apoyaron completamente que su matriarca actuara en esta obra de teatro.

«El no trabajar, el no estar activa, obviamente que le empezó a dar una depresión hasta que el doctor, con todo y la terapia física, con todas las terapias de convivencia y todo lo que estábamos tratando de hacer familiarmente, nos dijo que necesitaba un incentivo», dijo Luis Enrique.

Cabe destacar que gracias a las fotos y los videos que se dieron a conocer en redes sociales del estreno de la obra de teatro se pudo ver a una Silvia Pinal que actuó sobre una silla de ruedas, que sólo participó al inicio de la obra y en otro tres actos y, por último, que por algunos momentos se dormitaba.

De los grandes musicales a la abuela de Caperucita

Ya sea como protagonista deslumbrando a todos al centro del escenario, como en el caso de Dolly o produciendo no sólo «A chorus line» sino también «Cats» y «La jaula de las locas», la actriz mexicana se convirtió en un referente del teatro.

Los montajes «Celos del aire» y «Don Juan Tenorio» ya estaban en su curriculum cuando la diva protagonizó en 1958 la obra «Ring ring, llama el amor», el primer musical presentado en el país.

Bajo la dirección de Luis de Llano Palmer, tuvo funciones en el Teatro del Bosque (Julio Castillo) en una historia que seguía a una telefonista que soñaba con encontrar el amor.

Su llegada a esta obra ocurrió cuando ya era una figura destacada dentro del espectáculo; con una carrera que inició con apenas 15 años.

La actriz sonorense ya había hecho en los años 50 filmes como «Él rey del barrio» junto a Germán Valdés y «Un rincón cerca del cielo» con Pedro Infante. Ya para los años 60 iniciaría su serie de colaboraciones con el director surrealista mexicoespañol Luis Buñuel con títulos como «Él ángel exterminador» y «Viridiana» y en televisión junto a Enrique Guzmán protagonizando títulos como «Cómo hay gente sinvergüenza».

Silvia Pinal en el 2013 tras recibir un premio de la Asociación de Críticos de Teatro de México. (Photo by Alfonso Manzano/LatinContent via Getty Images)

El teatro nunca abandonó a Silvia Pinal

Pero el teatro siguió en su camino. Pinal inició temporada con el musical «Mame» en 1972 en el Teatro de los Insurgentes y bajo la dirección de José Luis Ibáñez, montaje que volvería a ponerse en escena con ella en 1985 y 1989.

Y si bien continuó en obras como «Mamá nos quita los novios» junto a Jorge Ortiz de Pinedo, sería en 1996 que le llegaría otro de sus personajes emblemáticos como protagonista del musical «Hello Dolly!», también dirigida por José Luis Ibáñez y donde compartió créditos con el primer actor Ignacio López Tarso.

Recientemente, en 2019, Silvia recordaba anécdotas de aquella época en el marco de la reposición de la misma obra que en esa ocasión protagonizó Daniela Romo. Pinal recordó que se llegó a caer y llegaba tarde, además fue un papel que le valió premios.

A esta obra le siguió otra que haría en familia. A finales de los años 90, específicamente en 1998, Pinal protagonizó el musical de Broadway «Gypsy» junto a su hija Alejandra Guzmán.

La obra sigue a una mujer llamada Louise (Guzmán) que quiere ser una estrella del burlesque, la madre de esta, llamada Rose, fue el papel que en ese momento interpretó Pinal, quien busca hacer que el sueño de sus hijas June y Louise se haga realidad.

Casi diez años después, entre 2008 y 2009, la actriz que en ese entonces sumaba ya más de 50 años de trayectoria artística dio vida a una estrella de Hollywood como parte de la obra «Adorables enemigas».

Pinal estrenó el montaje en marzo del 2008 en el que en ese momento fue su regreso a los escenarios teatrales tras ocho años de ausencia, tiempo en el que si bien había hecho temporada con «Debiera haber obispas», no tuvo presentaciones en la Ciudad de México.

«El mayor sacrificio al que me he sometido por estar aquí es levantarme temprano porque soy muy desvelada y me despierto tarde», contó en el marco de la promoción de la obra cuyo objetivo era reivindicar a las personas de la tercera edad.

Su última aparición en teatro había sido en 2012 con «Amor dolor y lo que traía puesto». Actualmente en «Caperucita ¡qué onda con tu abuelita!» Pinal está bajo la dirección de Carlos Ignacio, quien también escribió la obra, y donde la diva interpreta a una abuelita moderna, tierna y glamurosa.

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