Manual práctico de berrinches según Lenia Batres

Si alguna vez has sentido que las reglas, la imparcialidad y la compostura no son lo tuyo, pero aún así quieres figurar en el máximo tribunal del país, aquí tienes el método infalible para hacer berrinches con estilo, cortesía de la ministra del pueblo.
Paso 1: Creerse litigante y no juez
Olvida que estás en la Suprema Corte de Justicia. Piensa que sigues en una marcha o en un debate de redes sociales. Usa X (antes Twitter) como tu estrado personal para emitir opiniones sobre los casos que, irónicamente, te tocará juzgar. Impartir justicia con imparcialidad es aburrido, mejor arma discusiones virtuales.
Paso 2: Arremeter contra los justiciables
Si tienes la posibilidad de resolver un asunto, lo lógico sería mantener discreción. Pero ¡no! Mejor aprovecha las redes para atacar a quienes tendrías que juzgar con ecuanimidad. La ministra Batres lo hace con destreza, dejando clara su postura antes de emitir resoluciones.
Paso 3: Ignorar la Constitución (pero hablar de ella)
Olvida el Artículo 17 de la Constitución que te obliga a ser imparcial. No necesitas leerlo, pero menciona la palabra «Constitución» con frecuencia para dar la apariencia de que la respetas.
Paso 4: Convertir la SCJN en tu tribuna personal
Los jueces tradicionales estudian expedientes y resuelven con base en la ley. Pero eso es para los aburridos. Mejor anticipa criterios, genera polémica y participa en debates públicos. La neutralidad está sobrevalorada.
Paso 5: Si te descalifican de un caso, haz un berrinche
Si los otros ministros deciden que estás impedida para resolver un caso porque ya hiciste comentarios públicos sobre él, no lo aceptes con madurez. Haz un berrinche monumental. Puedes salirte abruptamente de la sesión privada y luego ausentarte de la sesión pública para dramatizar tu enojo.
Paso 6: Romper con la historia de la SCJN
En más de 200 años de historia de la Corte, nadie había hecho algo similar. Haz historia demostrando que es posible ser juez y parte al mismo tiempo. No dejes que pequeñeces como la imparcialidad o la prudencia te detengan.
Paso 7: Ventilar filias y fobias sin pena
Si antes los jueces debían evitar que sus opiniones personales influyeran en su trabajo, eso ya quedó en el pasado. Hazlo al revés: deja claro a quién apoyas y a quién detestas. Si te acusan de parcialidad, diles que simplemente eres «auténtica».
Conclusión
Si sigues estos pasos, te ganarás el título de «Ministra Burra» o «Ministra Berrinches», protagonizarás titulares y quizá logres que te consideren la influencer de la justicia. Solo recuerda que, mientras tanto, la imparcialidad y la credibilidad de la SCJN seguirán cayendo en picada. Pero ¡qué más da si puedes seguir tu lucha en redes sociales!