“Me aventó contra el sillón y se desabotonó el pantalón”: otro caso de abuso sexual revelado tras hackeo a Sedena

La filtración masiva de correos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) perpetrada por el grupo hacktivista Guacamaya ha dejado ver desde presuntos nexos del gobierno con el crimen organizado hasta delitos aparentemente cometidos por elementos de la misma institución.

Entre las denuncias que salieron a la luz como parte del hackeo a la Sedena destaca la de una soldado de la Escuela Militar de Transmisiones —dirigida por el Coronel Víctor Jiménez Domínguez— que el 10 de mayo de 2022 presentó una queja por hostigamiento sexual en contra de un Mayor del batallón del Campo Militar No. 1-H, Los Leones, Tacuba, en la Ciudad de México.

Según consta en el documento de la denuncia citado por la periodista Gloria Piña para Emeequis, los hechos habrían ocurrido la noche del 9 de mayo del presente año, cuando alrededor de las 11 de la noche, mientras se encontraba en servicio, un mando militar (citado como “Jefe de la S-P/A/A”) le ordenó a la soldado que lo acompañara a una oficina.

Cuando la denunciante, cuya identidad se mantuvo resguardada, llegó al lugar referido, notó que el Mayor, así como el Comandante de la Compañía Logística, estaban consumiendo bebidas alcohólicas.

“Cuando ingresé a su oficina, me percaté que se encontraba en compañía del C. Myr. I.C.E. Comandante de la Compañía Logística de este batallón y, asimismo, me di cuenta de que ambos se encontraban ingiriendo bebidas embriagantes (cervezas)”, puede leerse en el fragmento del documento referido por Gloria Piña.

Al interior de aquella habitación, el Mayor le habría ordenado a la soldado que se sentara en un sillón, instrucción que ella atendió pensando que recibiría alguna orden relacionada con sus labores.

Sin embargo, el militar referido “se acercó a mí y destapó una cerveza, la cual me entregó en mi mano”. “Tómatela”, habría insistido el Mayor, a lo cual la soldado rechazó la oferta. Sin beber de la botella la colocó en el piso y dijo que debía retirarse porque tenía mucho trabajo.

Tras la negativa de la denunciante, uno de los militares salió de la habitación y cerró la puerta “dejándome sola con el jefe, el cual ya había tomado asiento frente a mí en una silla”. Enseguida, de acuerdo con la denuncia, el agente de la Sedena habría intentado abusar sexualmente de la soldado.

Me aventó contra el sillón y quedando frente de mí se desabotonó el pantalón para bajárselo y se sacó los genitales diciéndome al mismo tiempo ‘hazme sexo oral’ a la par de que me tomó de la cabeza para acércame a sus genitales”, fue el testimonio citado por Emeequis.

Habrían sido varias las ocasiones en las que el Mayor habría tratado de abusar de la soldado. Y a pesar de comentarlo con otros mandos militares, grabar en audio las insinuaciones que recibía y pedir apoyo a sus compañeros, nadie la ayudó. Por el contrario, todos los agentes solaparon el acoso del Mayor, quien aparentemente estaba en estado de ebriedad.

“Me aventó hacía uno de los pasillos y se abalanzó nuevamente hacía mí y yo esquivé sus manos para evitar sus intentos de besarme, abrazarme y nalguearme” detalló la soldado, según el documento filtrado.

Pese a la existencia de la denuncia, una de tantas registradas por la Oficina de Atención y Prevención del Hostigamiento y Acoso Sexual, se desconoce si se impusieron sanciones a los militares presuntamente involucrados en estos hechos.

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